17/10/2021 LaCapital.com.ar (Santa Fe) - Nota

El peronismo llega al Día de la Lealtad con señales inquietantes de las urnas y la calle

En un nuevo aniversario de su hito fundacional, expertos analizan el momento que atraviesa el peronismo, sus líderazgo y la relación con sus bases

Golpeado tras la derrota en las primarias y todavía sacudido por las disputas a cielo abierto en el vértice del poder, el peronismo llega a un nuevo aniversario de su hito fundacional con algunas señales inquietantes sobre la fortaleza de sus liderazgos y la relación con su electorado. Los días previos al Día de la Lealtad fueron sintomáticos del momento que vive el Frente de Todos: diferencias en el núcleo de la coalición, marchas y contramarchas en las decisiones y Alberto Fernández dejando en offside a uno de sus colaboradores más cercanos. Al comienzo de la semana el jefe del Gabinete, Juan Manzur, había dicho que el oficialismo no convocaba hoy a ninguna movilización para no superponerse con los festejos del Día de la Madre pero después el presidente llamó a movilizar en todo el país. “Como viene sucediendo hace tiempo, el peronismo llega desmovilizado al 17 de octubre”, dice el politólogo Julio Burdman, director de la consultora Observatorio Electoral. Y agrega: “Para el kirchnerismo no pareciera ser una fecha suficientemente conmemorativa y eso se nota en el tipo de debate que genera en la dirigencia actual la fecha del nacimiento del movimiento peronista”. https://twitter.com/p_justicialista/status/1448750488883712005 Comunicado del Presidente del Partido Justicialista Nacional, @alferdez, a días de un nuevo aniversario del 17 de octubre de 1945, Día de la Lealtad. pic.twitter.com/G5jk740qXl — Partido Justicialista (@p_justicialista) October 14, 2021 Para el historiador Fernando Casullo, en sintonía con un proceso que atraviesa a todo Occidente, el peronismo está en un proceso de transición y vive un choque de agendas. “Hoy el peronismo está resolviendo la tensión entre cuánto de su agenda va a ser la del siglo XX -empleo, desigualdad, pobreza- y cuánto la del siglo XXI, como ambientalismo y ampliación de derechos. Paradójicamente eso muestra también cierta salud del peronismo, mostrando que tiene capacidad de parapetarse como un partido atrapatodo. De todos modos, nobleza obliga, en este mundo acelerado de transformaciones, esta especie de eclecticismo ideológico empieza a mostrar algún signo de fatiga”, indica el docente de la Universidad Nacional del Comahue. En tanto, la politóloga Carolina Barry remarca que el 17 de octubre siempre fue un momento de reflexión, sobre todo acerca de la unidad y el vínculo -siempre complejo- entre el movimiento y su conducción. “En este 17 de octubre en principio no se pensaba movilizar y ahora sí habrá actos, probablemente lo que se esté buscando es volver a hacer el pacto de lealtad al interior de la fuerza en un momento en que se está hablando también de posibles maniobras de apertura de algún sector dentro de este gran paraguas que es el peronismo”, señala la coordinadora académica del Programa de estudios de historia del peronismo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Liderazgos Poderoso en los papeles -además de ser presidente de la Nación Fernández es titular nacional del PJ- después de la hecatombe en las Paso y la ofensiva de Cristina para que el gobierno reaccione el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner quedó relegado a un rol más bien protocolar, similar al de un jefe de Estado de un sistema parlamentario. ¿Qué está pasando en la cima del poder? Barry observa un liderazgo debilitado en el peronismo, donde el conductor es -en general- alguien que tiene fuerza en las calles, en las urnas y al interior del movimiento. “Esto no está sucediendo en este momento con Alberto Fernández y Cristina es una conductora poderosa, pero en tanto la figura de la vicepresidenta gane elecciones y mantenga nucleado al movimiento también puede entrar en declive”, advierte la autora de Evita capitana: el Partido Peronista Femenino, 1949-1955. Burdman sostiene que está cada vez más claro que la conducción la ejerce Cristina. “Todas las decisiones que se tomaron en el espacio oficialista post Paso fueron a instancias de ella, y el presidente asistió al espectáculo de su desplazamiento público por parte de Cristina como líder del gobierno y del peronismo en la actualidad”, interpreta. En su opinión, no hay un declive del poder de Cristina sino un agotamiento de la fórmula del Frente de Todos que llevó a Alberto Fernández a la presidencia. https://twitter.com/CFKArgentina/status/1449508658707001345 Pese a tanta diatriba, tanto análisis enjundioso en pantallas de televisión, el peronismo, le pese a quien le pese sigue hoy más vigente que nunca. pic.twitter.com/nchNZBLi5z — Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 16, 2021 Por su lado, Casullo no ve margen para un reemplazo de Fernández en 2023 -con Máximo Kirchner o una versión más market friendly con la cara de Sergio Massa- y considera que las dificultades de Cristina vienen de hace tiempo. “Si bien ella es la protagonista de la jugada genial que permitió la victoria electoral de 2019, su figura está igual de debilitada que en 2015 por cierto agotamiento de la agenda de inicios de los 2000. Tal vez el 2019 haya sido un veranito, con una derrota en 2023 incluso la mística de ‘vamos a volver’ va a quedar golpeada”, afirma. Tensiones por abajo Con una sola victoria en los últimos cuatro turnos electorales -y, probablemente, la racha se estirará a cinco- se vuelve a instalar con fuerza la pregunta sobre la relación entre el peronismo y sus bases de apoyo. En 2017, después el triunfo de Mauricio Macri en las presidenciales y poco tiempo antes de la la victoria de Cambiemos en las legislativas, el sociólogo Juan Carlos Torre se refirió a la fragmentación del mundo popular y las dificultades de las élites partidarias del panperonismo para suturar políticamente lo que estaba dividido en la sociedad. El problema es que este año el peronismo fue unido pero no alcanzó para frenar la hemorragia de votos. Burdman plantea que parece haberse esfumado el voto condicional y de un peronismo más light que acompañó al Frente de Todos en 2019. Y añade: “Estamos ante una crisis que no necesariamente es un resquebrajamiento, y que por otra parte no es nueva. Existen diferentes subsegmentos dentro del electorado peronista, uno más sensible a los problemas de la clase media formalizada y los trabajadores sindicalizados, y otro más cercano a las problemáticas de la pobreza. Esto es una señal de alarma pero hay que seguir su desarrollo posterior”. "Estamos ante una crisis que no es necesariamente un resquebrajamiento, y que por otra parte no es nueva. Existen diferentes subsegmentos dentro del electorado peronista", dice el politólogo Julio Burdman "Estamos ante una crisis que no es necesariamente un resquebrajamiento, y que por otra parte no es nueva. Existen diferentes subsegmentos dentro del electorado peronista", dice el politólogo Julio Burdman En la misma clave, Casullo afirma: “Es la misma fractura del 2013, la distinción entre el progretariado y el moyanismo social. La pandemia, que es un elemento que no podemos soslayar, agrava esta discusión”. Barry cree probable que el peronismo tenga que redefinir su relación con sus bases sociales. “Es probable que alguna parte de la metodología de acercamiento con ciertos sectores esté llegando a su fin y tenga que empezar a pensar nuevas alternativas de cooptación de votos y de seguidores”, lee la también investigadora del Centro de Estudios de Historia Política de la Universidad Nacional de General San Martín. Y agrega: “Es posible que el peronismo se transforme, pero siempre volviendo a espacios de poder, y en general en torno a un líder”.

#29548593   Modificada: 17/10/2021 05:39 Cotización de la nota: $52.000
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